Hablemos entre nosotros
Un diálogo es un intercambio entre dos o más personas en el que todos tienen algo que decir y todos los participantes son escuchados.
Para que el diálogo sea posible, todos los participantes deben desearlo. La base para ello es lograr un buen sentimiento de aprecio. Cómo se produce un encuentro o una visita, cómo tiene lugar el saludo, todo esto puede tener una gran importancia.
Ejemplo

El Sr. K. acaba de jubilarse y cuida de una anciana. Los lunes por la tarde viene a hacer recados y se toma un café para charlar. Sabe que a la señora que cuida le encanta la tarta. Como en los últimos encuentros ella no estaba bien emocionalmente, decide llevarle dos trozos de tarta. Cuando la señora abre la puerta, le tiende los trozos de tarta para que los vea inmediatamente. Antes de decir nada, la señora se ríe. Ha sido uno de los mejores días en semanas, dice ella, cuando él se despide.
El hecho de que él sepa lo mucho que a ella le gusta la tarta y haga el esfuerzo de traerla y comerla juntos cambia su percepción del día. A menudo son los pequeños gestos, las historias o incluso los pasteles los que ayudan a expresar que la persona es vista y tenida en cuenta.
Solución
Si están estresados y tienen prisa por llegar a una cita, pueden parar un momento, adaptarse a la situación y respirar hondo.
Esto no sólo le ayuda a bajar el pulso, sino que también le da tiempo para adaptarse a la persona a la que cuida. Para pensar en el encuentro anterior y en qué situación se van a encontrar.
Una vez que hemos llegado al domicilio de la persona, es importante percibir primero la situación actual. Si es posible, seguimos los impulsos de la persona atendida. ¿Quiere levantarse, tumbarse, dar un paseo o realizar una tarea lo antes posible?
Si lo consigue, podrá entablar un intercambio con la persona. Ha llegado y puede entablar un diálogo con la persona. A menudo se presenta una oportunidad para el intercambio.
Expresar agradecimiento
Expresar agradecimiento es una práctica continua y auténtica. Es importante que tus palabras y acciones sean sinceras y salgan del corazón. Con una actitud empática y apreciativa, puedes construir una relación positiva y de apoyo con la persona atendida.
Observa los puntos fuertes, los éxitos o los esfuerzos de la persona atendida. Muestre su aprecio por sus habilidades o progresos. Asegúrate de dar un feedback sincero y específico que aborde logros concretos o comportamientos positivos.

"Veo que puedes ponerte de pie, la semana pasada no podías. ¿Estás contenta? .. . Estoy contento contigo.